Cuando comience a tomar metformina, puede experimentar heces blandas, una necesidad de limpiar los intestinos con mayor frecuencia, náuseas y dolores abdominales. A menudo se pueden manejar ajustando la dosis de metformina, tomando el medicamento con las comidas en lugar de hacerlo con el estómago vacío, tomando una versión de liberación lenta de metformina, etc.
Sin embargo, cuando la metformina se usa por un período de tiempo prolongado, produce efectos secundarios que son más graves, que a menudo se confunden con complicaciones de la diabetes.
Uno de esos síntomas es hormigueo o entumecimiento en brazos y pies. Esto sucede realmente debido a la pérdida de vitamina B12, porque la metformina interfiere con nuestra capacidad de absorber esta vitamina de los alimentos. La vitamina B12 forma la vaina protectora o el aislamiento de los nervios en el cuerpo. Cuando B12 se pierde del cuerpo, los nervios ‘cortocircuitan’, causan un hormigueo inexplicable o ‘pierden sensibilidad’, causando entumecimiento.
Otros efectos secundarios de metformina incluyen malestar, ritmo cardíaco irregular y otros problemas cardíacos, cansancio o fatiga, pérdida de apetito, visión borrosa, dolor de encías e incluso confusión y pérdida de memoria en pacientes de edad avanzada.
Muchos medicamentos recetados, utilizados durante largos períodos de tiempo para enfermedades crónicas como la diabetes, la artritis, el control de la presión arterial, etc. interfieren con la absorción de ciertos nutrientes en el cuerpo, causando diversos efectos secundarios.
El primer paso para detener esto sería tomar suplementos dietéticos para compensar la pérdida. Por ejemplo, tomar un suplemento de vitamina B12 puede ayudar con el hormigueo / entumecimiento en las manos y los pies.
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La cura más permanente sería encontrar formas de reducir / minimizar la ingesta de tales medicamentos a largo plazo, a través de cambios en la dieta, el estilo de vida y la búsqueda de alternativas naturales / herbales a las drogas químicas.
