La parte más difícil es que tienes que encargarse de tu propia salud. Ningún médico, cónyuge o amigo puede ayudarlo si no es consciente de las cosas que deben abordarse.
Debes comer saludablemente, desarrollar hábitos saludables y limitarte a muchas restricciones. Especialmente, si eres joven, puede ser devastador darse cuenta de que incluso una cucharada de helado puede hacerte daño y acercarte a la muerte.
Además, si no sigue las reglas correctamente, se sentirá fatigado, cansado y con menos energía.
En pocas palabras, ya no puedes seguir viviendo una vida salvaje, tienes que reducir las fiestas locas de toda la noche, beber, comer postres y muchas otras cosas que suelen ser divertidas de hacer.