Un derrame pleural es una cantidad anormal de líquido alrededor del pulmón. Los derrames pleurales pueden ser el resultado de muchas afecciones médicas. La mayoría de los derrames pleurales no son graves en sí mismos, pero algunos requieren tratamiento para evitar problemas.
El tratamiento de los derrames pleurales a menudo simplemente significa tratar la afección médica que causa el derrame pleural. Los ejemplos incluyen administrar antibióticos para la neumonía o diuréticos para la insuficiencia cardíaca congestiva.
Los derrames pleurales grandes, infectados o inflamados a menudo requieren drenaje para mejorar los síntomas y prevenir complicaciones. Se pueden usar varios procedimientos para tratar los derrames pleurales, que incluyen:
La toracocentesis (descrita anteriormente) puede eliminar grandes cantidades de líquido, tratando eficazmente muchos derrames pleurales.
Toracotomía del tubo (tubo de tórax): se hace una pequeña incisión en la pared del pecho y se inserta un tubo de plástico en el espacio pleural. Los tubos del pecho están unidos a la succión y, a menudo, se mantienen en su lugar durante varios días.
Pleurodesis: se inyecta una sustancia irritante (como talco o doxiciclina) a través de un tubo de tórax hacia el espacio pleural. La sustancia inflama la pleura y la pared torácica, que luego se unen estrechamente entre sí a medida que se curan. La pleurodesis puede evitar que los derrames pleurales vuelvan a aparecer, en muchos casos.
Drenaje pleural: para los derrames pleurales que recurren repetidamente, se puede insertar un catéter a largo plazo a través de la piel en el espacio pleural. Una persona con un catéter pleural puede drenar el derrame pleural periódicamente en el hogar.
Decorticación pleural: los cirujanos pueden operar dentro del espacio pleural, eliminando la inflamación potencialmente peligrosa y el tejido no saludable. La decorticación se puede realizar usando incisiones pequeñas (toracoscopia) o una grande (toracotomía).
