ADD ha sido descrito en la literatura médica por aproximadamente cien años. En 1902, el pediatra George Still describió un grupo de niños que eran hiperactivos, impulsivos y que no prestaban atención. Desgraciadamente, no entendió que el TDA es un trastorno médico y etiquetó a estos niños como “moralmente defectuosos”.
Se estima que diecisiete millones de personas en los Estados Unidos tienen un trastorno de déficit de atención (TDA), que más tarde fue rebautizado como trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Prefiero el nombre ADD, ya que el TDAH resalta el componente hiperactivo del trastorno (H) y descarta la mitad de las personas que lo padecen, especialmente las niñas, que generalmente no son hiperactivas. Según el CDC, el 13.2 por ciento de los niños a la vez han sido diagnosticados con ADD, el 5.6 por ciento de las niñas.
ADD es el problema de aprendizaje y comportamiento más común en los niños. Pero el problema no termina allí: también es uno de los problemas más comunes en adultos y se ha asociado con fallas en el trabajo, rupturas de relaciones, soledad, una tremenda sensación de bajo rendimiento, abuso de drogas, enfermedad de Alzheimer, obesidad y tipo 2 diabetes.
Se caracteriza por:
- Persistencia breve y persistente
- Distracción
- Desorganización
- Dilación
- Previsiones y problemas de juicio
- Problemas de control de impulso (en algunos, pero no en todos)
- Hiperactividad (en algunos, pero no en todos)
Healing ADD Edición revisada