¿Qué ha contribuido a nuestra mayor esperanza de vida?

El descubrimiento de la penicilina y los avances médicos en relación con los antibióticos y los tratamientos de infección han marcado la mayor diferencia en lo que respecta a la esperanza de vida.

Otros factores que contribuyen no solo a aumentar la duración de la vida sino también a la calidad de vida son el ejercicio, la dieta, los ritmos circadianos (sueño), la exposición a la luz solar y el estrés psicológico. Varios de ellos explican por qué la esperanza de vida disminuyó de la edad paleolítica al neolítico (de 33 a 20): la dieta se hizo más pobre y basada en cereales, y la caza-recolección se sustituyó por la agricultura (menos ejercicio de baja intensidad en forma de caminar). etc.