¿Por qué los sistemas de salud son tan burocráticos por naturaleza?

Su pregunta parece suponer que la burocracia es algo malo. Tomando una visión más neutral (como yo) creo que la respuesta a su pregunta es que los sistemas de salud son, por su naturaleza, sistemas socio-técnicos complejos (que involucran muchas interacciones complejas y dinámicas de individuos, poblaciones, recursos, tecnología, conocimiento) Y, al mismo tiempo, existe un requisito de norma / política social en la mayoría de las sociedades de que estos sistemas sean (relativamente) equitativos y sostenibles. En otras palabras, los sistemas de salud deben funcionar (proporcionar beneficios) para todas (o la mayoría) de las personas (a nivel individual y de población).

En esa circunstancia, planificar, medir resultados, proporcionar insumos (como profesionales educados, nuevas tecnologías, prácticas de salud pública) desafía a los profesionales más expertos en diseño de sistemas, políticas, diseño de servicios locales y nacionales, salud comunitaria, promoción de la salud, etc.

Entonces, ¿qué tiene que ver la burocracia con esto? El sentido positivo de la palabra indica cómo un sistema complejo como este retiene cierto grado de transparencia a sus partes interesadas y estructuras de gobierno “democráticas”; por ejemplo, hospitales locales y clínicas comunitarias de salud en mi ciudad tienen una junta directiva compuesta por profesionales y comunidad miembros. Se podría decir que es muy burocrático, pero la alternativa es que estas instituciones locales sean dirigidas por alguien que esté “por encima” de la escalera y que esté más alejado de la situación local muy granular. Esto puede dañar la calidad de la atención en un sistema complejo porque la información sobre las condiciones locales podría perderse o pasarse por alto.

En pocas palabras, la burocracia es la capacidad de un sistema complejo para permanecer relativamente “en control” de sus grupos de interés. Es una característica de todos los sistemas democráticos y no es necesariamente algo malo: simplemente trate de estar al margen de un gran sistema y verá lo valioso que es tener canales de comunicación conocidos, formas de influir en las políticas, formas efectivas de abogar por uno mismo y luego agradecer a los burócratas por mantener esos subsistemas en peligro.

Dicho esto, todas las grandes organizaciones corren el riesgo de osificarse y crear nuevas relaciones de poder que entierren cualquier impulso democrático que pueda haber estado alguna vez en juego, como lo señaló Robert Michels en su libro “The Iron Law of Oligarchy”, el pueblo con el conocimiento operativo de cómo funciona la burocracia puede (y a menudo lo hace) oscurecer las verdaderas relaciones de poder y alejar a los agentes del sistema. Esto exige una insurrección y un vuelco del sistema.

Las tensiones abundan, ¡no es una simple calle de sentido único!