Es interesante que el país que predica con orgullo no se puede poner un precio al valor de la vida y en cualquier conflicto argumenta que ELLOS (vietnamitas, chinos, rusos, alemanes) no valoran la vida como nosotros tenemos la peor atención médica en el mundo desarrollado
Las razones por las que los hospitales no quieren que nadie establezca un límite sobre cuánto gastan en bebés prematuros, pacientes con cáncer o en estado de coma es que interfiere con sus ganancias y puede exponerlos a demandas judiciales.