¿Cuáles son algunos signos claros de estrés?

Algunos de los claros signos de estrés son:

  • Dolores de cabeza frecuentes, apretar la mandíbula o dolor
  • Resfriados frecuentes, infecciones, llagas por herpes
  • Tartamudeo o tartamudeo
  • Aumento o pérdida de peso sin dieta
  • Erupciones, picazón, urticaria, “piel de gallina”
  • Rechinar, rechinar los dientes
  • Ataques de “alergia” inexplicables o frecuentes
  • Mareos, desmayos, mareos
  • Ataques repentinos de pánico que amenaza la vida
  • Temblores, temblor de labios, manos
  • Acidez estomacal, dolor de estómago, náuseas
  • Boca seca, problemas para tragar
  • Rubor frecuente, sudoración
  • Estreñimiento, diarrea, pérdida de control
  • Dolor de cuello, dolor de espalda, espasmos musculares
  • Sonido, zumbido o “estallido”
  • Dificultad para respirar, suspirar con frecuencia
  • Manos o pies fríos o sudorosos
  • Dolor en el pecho, palpitaciones, pulso rápido
  • Micción frecuente
  • Disminución del deseo sexual o el rendimiento
  • Depresión, cambios de humor frecuentes o salvajes
  • Aumento de la ira, la frustración, la hostilidad
  • Insomnio, pesadillas, sueños perturbadores
  • Exceso de ansiedad, preocupación, culpa, nerviosismo
  • Aumento o disminución del apetito
  • Problemas para aprender nueva información
  • Dificultad para concentrarse, pensamientos acelerados
  • Sentirse sobrecargado o abrumado
  • Olvido, desorganización, confusión
  • Sentimientos de soledad o inutilidad
  • Dificultad para tomar decisiones
  • Poco interés en apariencia, puntualidad
  • Aumento de la frustración, irritabilidad, nerviosismo
  • Frecuentes hechizos de llanto o pensamientos suicidas
  • Hábitos nerviosos, inquietud, golpeteo de pies
  • Aumento en el número de accidentes menores
  • Exagerada reacción a pequeñas molestias
  • Mentiras o excusas para encubrir un trabajo deficiente
  • Comportamiento obsesivo o compulsivo
  • Excesiva actitud defensiva o suspicacia
  • Menor eficiencia de trabajo o productividad
  • Problemas en la comunicación, compartiendo
  • Cansancio constante, debilidad, fatiga
  • Discurso rápido o murmurado
  • Aumento del consumo de tabaco, alcohol o drogas
  • Aislamiento social y aislamiento
  • Exceso de apuestas o compras por impulso
  • Uso frecuente de medicamentos de venta libre