Para evitar aplastar el teléfono, le recomendaría que lo mantenga fuera de la cama. Esto también protegerá el teléfono de que te quedes dormido con tu cara y lo sumerja en saliva. Además, si carga el teléfono mientras duerme, debe estar sobre una superficie dura y no debe cubrirlo, de modo que pueda eliminar el calor que surge de la carga.
Sin embargo, si tiene un teléfono robusto, resistente al agua (ya prueba de saliva) que no está cargando, siéntase libre de pegarlo en su cráneo, no hay una distancia segura mínima como tal.