¿Cómo manejan los antipáticos los quejosos crónicos?

Se burlan de ellos, hablan de ellos a sus espaldas, les dan “apodos” (tal vez un trastorno del estado de ánimo como “Oh, ella es un límite, eso explica su comportamiento”. Intentan evitarlos. No los toman en serio; ni se esconden detrás de los motivos de las quejas crónicas.