Esto requeriría un virus que editara numerosos marcadores, idealmente en todas las células del cuerpo. Cuantos tendrían que editarse para dar a alguien un simulacro convincente de ascendencia finlandesa dependería de lo que era su ascendencia actual. En el caso de alguien con un genotipo relativamente similar, como un noruego, podría ser menos de cien, pero para alguien con ascendencia muy diferente, como un aborigen australiano, podría requerir decenas de miles de ediciones individuales. También sería necesariamente un trabajo personalizado para cualquier individuo dado, ya que el conjunto de modificaciones variaría de un caso a otro.
En caso de que no esté claro, no tenemos la tecnología para hacer esto. Y si alguien lo hiciera, solo daría una especie de pastiche genómico de ascendencia simulada. En primer lugar, toda la expresión génica involucrada en la ontogenia hasta ese punto no se revertiría, de modo que quedaría cualquier diferencia en la altura o la estructura ósea o la forma del rostro. Y en segundo lugar, existiría una enorme cantidad de otras diferencias que no formaban parte de los marcadores de referencia utilizados para derivar la clasificación étnica.
Entonces, no, no es posible con la tecnología actual, y sería extremadamente difícil incluso en teoría.