No.
Bueno, sí. Pero no.
Tanto el cerebro como los músculos pueden fatigarse, pero no de la misma manera.
La fatiga muscular es en realidad un tema bastante complicado y debatido. Para resumir, en gran parte es una función de las reservas de oxígeno en sangre, creatina y glucógeno, que se agotan después de ciertas duraciones de esfuerzo. También tiene que ver con el gradiente de iones de calcio que los músculos necesitan para mantenerse; cuando el gradiente disminuye, las bombas de iones necesitan tiempo para restaurarlo.
Las neuronas no se fatigan de esa manera en absoluto. No hay gradiente de calcio, creatina o glucógeno. Las células del cerebro, obviamente, requieren oxígeno, pero los niveles obtenidos por la respiración normal son generalmente adecuados.
Sin embargo, los cerebros requieren mucha glucosa, también conocida como azúcar. Su cerebro usa una gran parte del contenido de azúcar de su cuerpo. Cuando sus niveles de azúcar en la sangre son bajos, su mente puede sentirse lenta y nebulosa. Debido a que su cerebro usa tanta azúcar, su nivel de azúcar en la sangre puede bajar cuando ha estado procesando información durante un período prolongado de tiempo, como durante un examen.
Sus niveles de azúcar en general volverán a equilibrarse después de un período de tiempo con la ingesta dietética normal. Puede ayudar al ingerir azúcares complejos como los de frutas, pero tenga cuidado: comer alimentos procesados con muchos azúcares añadidos desencadenará una respuesta intensa a la insulina, diciéndole a su cuerpo que almacene todo ese azúcar en sus células adiposas y causando su nivel de azúcar en la sangre niveles para caer en picado de nuevo.
La “fatiga” más comúnmente experimentada, sin embargo, no es una verdadera fatiga cerebral, sino una atención menguada. La dopamina, el neurotransmisor principalmente asociado con la atención, dejará de secretarse con tanta fuerza después de un período de concentración sostenida si no se proporciona un estímulo lo suficientemente fuerte. Jugar un videojuego, con su constante refuerzo de recompensa y gráficos llamativos, puede estimular adecuadamente al cerebro para mantener la atención por largos períodos de tiempo, pero completar una tarea aburrida no será tan estimulante. En esta última situación, una persona puede tener dificultades para trabajar en la tarea después de un tiempo.
Sin embargo, los tiempos de recuperación que necesitan los cerebros son dormir. El sueño es extremadamente importante, aunque curiosamente, los científicos todavía no están completamente seguros de por qué. Una teoría es que el sueño le da al cerebro tiempo para eliminar los desechos y las toxinas del líquido cerebral, lo que puede obstaculizar el correcto funcionamiento e incluso ser perjudicial. Lo que sí sabemos es que la privación del sueño y los patrones de sueño irregulares tienen un efecto muy marcado en el rendimiento cognitivo. La parte más preocupante es que a menudo las personas no saben que su desempeño cognitivo se ve afectado. En los experimentos, las personas privadas de sueño informarán que son perfectamente normales, pero sus puntajes en ciertos ejercicios mentales serán notablemente más bajos que cuando estaban en un ciclo de sueño normal.
Así que sí. La fatiga muscular y la fatiga mental son bastante diferentes.