Organización:
De tiempo. (Asignando cada tarea principal un bloque de tiempo apropiado a su importancia y nivel de dificultad).
De espacio de trabajo. (Elimine el desorden innecesario y concédase un cómodo “espacio para el codo”).
De objetivos. (Sepa a dónde va con cada tarea para que sepa cuándo ha llegado).
Prioridades:
Dedicación. (Alguien morirá si esto no se hace).
Plazos (Alguien morirá si esto no se hace a tiempo).
Dificultad. (Alguien morirá si no hago esto bien).
(Teniendo en cuenta que no soy irremplazable, y si me equivoco, el mundo no dejará de girar en su eje).
Recompensas:
Por un trabajo bien hecho. (Un descanso de 15 minutos y una taza de café).
Para mantenerme fresco bajo presión. (Tomando el viernes libre para ‘relajarse’)
Para cumplir mis objetivos principales. (Autosatisfacción)
Beneficios:
Pisando fuerte. (Sin remordimientos.)
Confianza. (En mi valor para mi sociedad)
Humildad. (Reconociendo que no he “llegado”, pero estoy ejecutando bien el viaje).
