Aunque la pérdida del tapón de moco y la ruptura de las aguas pueden ser un signo de trabajo de parto, no siempre son definitivas.
El tapón de moco se puede perder varias veces y puede volver a crecer.
En los casos en que las aguas se rompen prematuramente, una mujer puede recibir antibióticos y reposo en cama durante semanas y meses para ayudar a su bebé a alcanzar una gestación más adecuada. Por otro lado, algunas mujeres nunca experimentan la ruptura de sus aguas, sino que sus bebés nacen aún dentro del saco amniótico (conocido como nacido en el caul). Menos del 10-15% de las mujeres experimentan la ruptura de sus aguas antes o al inicio del parto.