Si te quedaras dormido en una sauna, ¿te sudarías hasta la muerte? ¿Por qué?

Lo más probable es que fallezca por insuficiencia orgánica debido a la hipertermia. Cuando alguien sufre de hipotermia, debe sacarse de la sauna y enfriarse inmediatamente. La inmersión en el agua más fría posible es la mejor opción fuera del hospital.

La hipertermia causa transpiración, taquipnea y vasodilatación en un intento de perder calor corporal por convección. La vasodilatación causa taquicardia para mantener la presión arterial lo suficientemente alta como para suministrar sangre a los órganos más importantes y evitar la pérdida de la conciencia. Otros síntomas de vasodilatación incluyen dolores de cabeza y piel seca roja. Finalmente, el cuerpo no podrá mantener la presión sanguínea y perderá la conciencia.

El aumento en la temperatura corporal que resulta de una falla en la termorregulación afecta el cuerpo bioquímicamente. Las enzimas involucradas en las rutas metabólicas dentro del cuerpo, como la respiración celular, no funcionan de manera efectiva a temperaturas más altas, y los aumentos adicionales pueden llevarlos a desnaturalizarse, reduciendo su capacidad de catalizar reacciones químicas esenciales. La deshidratación por sudoración, el consumo de alcohol o la ingesta insuficiente de líquidos acelerarán este proceso.

La pérdida del control enzimático afecta primero el funcionamiento de los órganos principales con grandes demandas de energía, como el corazón y el cerebro. La falla importante de un órgano provocará la muerte.

El aumento del calor corporal en una sauna no se iguala con la fiebre. La hipertermia difiere de la fiebre en que el punto de ajuste de la temperatura corporal permanece sin cambios.

En humanos, la hipertermia se define como una temperatura mayor a 37.5 – 38.3 C, dependiendo de la referencia utilizada, que ocurre sin un cambio en el punto de ajuste de la temperatura corporal. La temperatura normal del cuerpo humano puede ser tan alta como 37.7 C en la tarde. La hipertermia requiere una elevación de la temperatura que de otro modo se esperaría. Tales elevaciones van de leves a extremas; las temperaturas corporales por encima de 40.0 C pueden ser potencialmente mortales. La temperatura del bulbo húmedo (piel) por encima de 35,0 C también pone en peligro la vida.

La fiebre se produce cuando la temperatura central del cuerpo se establece más alta, a través de la acción de la región preóptica del hipotálamo anterior. Por ejemplo, en respuesta a una infección bacteriana o viral, ciertos glóbulos blancos dentro de la sangre liberarán pirógenos que tienen un efecto directo sobre el hipotálamo anterior, causando que la temperatura corporal aumente, muy similar a la elevación de la temperatura en un termostato.

Por el contrario, la hipertermia ocurre cuando la temperatura corporal aumenta sin un cambio en los centros de control de calor.