El nacimiento es una transición de un entorno fluido a uno donde respiramos aire. Las dificultades respiratorias son comunes inmediatamente después del nacimiento y durante las primeras horas de vida. En casos raros, un bebé recién nacido puede tener poca o ninguna respiración porque ha recibido poco o nada de oxígeno debido a un problema durante el trabajo de parto, el parto o inmediatamente después del nacimiento.
Inicialmente, cuando un bebé recién nacido se ve privado de oxígeno, su respiración será rápida y superficial. Si la situación continúa, dejará de respirar por completo, su frecuencia cardíaca disminuirá y perderá el tono muscular. Es posible revivir al bebé recién nacido en este punto con estimulación simple y exposición al oxígeno. Sin embargo, si el bebé recién nacido continúa privado de oxígeno, comenzará a jadear profundamente, y luego dejará de respirar nuevamente. Su frecuencia cardíaca, presión arterial y tono muscular continuarán disminuyendo, y morirá a menos que lo resuciten de inmediato. También existe el riesgo de daño cerebral si no llega suficiente oxígeno al cerebro. Si un bebé recién nacido no respira o tiene muy mala respiración, debe ser resucitado inmediatamente.
También puede descargar la aplicación desde https://goo.gl/qN8MRT, ¡donde le dan muchos consejos y consejos para el crecimiento de su hijo!