Desconecte, pase tiempo con personas que se preocupan por usted y disfrute de la naturaleza. Ya sea que pasen cinco minutos viendo una ardilla en un árbol, una tarde en la playa con amigos o unas vacaciones de una semana sin tecnología, estos momentos me recuerdan que el mundo no siempre estuvo tan conectado y que tenemos más necesidades que la necesidad de consumir más información.
También soy fanático de las actividades fuera de línea que requieren concentración total para hacerlo bien, por ejemplo, escalada en roca, esquí alpino, armar un rompecabezas de 1000 piezas (en realidad, siempre pensé que los rompecabezas eran una tonta pérdida de trabajo hasta que me di cuenta de que podían ser más bien terapéutico).