¿Por qué es mejor tener atención médica primaria, secundaria y terciaria separada?

Se trata de la separación del trabajo y las responsabilidades.

Usted tiene Atención primaria de médicos generales (MG) porque es mejor para un médico capacitado en medicina (su médico de cabecera) conocerlo, comprender su salud a medida que cambia a través de los años, proporcionarle sus medicamentos recetados según sea necesario, y derivarlo a servicios médicos más avanzados y costosos según sea necesario.

Usted tiene Atención secundaria de los hospitales, que cuenta con instalaciones médicas modernas y actualizadas y personal adecuado que puede manejar los síntomas más urgentes y más agudos que requieren atención las 24 horas. Las visitas a los hospitales son mucho más caras que las visitas a los médicos de cabecera debido a su diseño, y los hospitales deben clasificar a los pacientes que se crucen en su camino para administrar sus recursos limitados y atender los casos que requieren la atención más urgente.

Usted tiene Atención Terciaria de los especialistas médicos que recibieron años adicionales de capacitación y acreditación, que conocen íntimamente su especialización. Son más caros que los médicos generales. Sería una gran pérdida de su tiempo y sus costos si su problema de salud no tiene nada que ver con su especialización, o que el problema es de rutina y menor, por lo que puede ser manejado por un médico de cabecera. Es por eso que en el sistema médico australiano debe obtener una referencia de su médico de cabecera para ver a un especialista.

Cada sector atiende necesidades muy diferentes, y es más eficiente separarlos. Cuando los tenga en su totalidad sin una clara separación, se encontrará con ineficiencias tales como:

  • El médico que lo atiende no lo conoce y no está familiarizado con sus condiciones y su historial médico;
  • El hospital se inunda de pacientes que no conocen y deben realizar muchas pruebas con cada uno de ellos;
  • Los pacientes se ven inundados con pruebas y procedimientos que pueden no necesitar;
  • Los pacientes acudieron al especialista equivocado, confundido por los síntomas que se les presentaron;
  • Los especialistas se empantanan con pacientes que no tienen nada que ver con su especialización;
  • etc.

Cada uno de los anteriores puede conducir a un enorme desperdicio de recursos médicos escasos, y por lo tanto una separación de la atención primaria, secundaria y terciaria es más deseable.