En general, cualquier fuente concentrada de carbohidratos puede tener efectos significativos sobre el apetito, incluidos los granos integrales (aunque es menor con los granos integrales que con los granos refinados).
Este es el mecanismo:
1. Grandes cantidades de carbohidratos se digieren y entran al torrente sanguíneo en forma de azúcar, causando un alto nivel de azúcar en la sangre y señalándole al cuerpo la disponibilidad de nutrientes.
2. Se liberan grandes cantidades de insulina, lo que hace que las células absorban rápidamente los azúcares en la sangre.
3. El nivel de azúcar en la sangre disminuye rápidamente.
4. El cuerpo, sintiendo que necesita más azúcar, libera señales químicas que aumentan el apetito y pueden causar debilidad física y mareos en algunos casos.
5. Esto puede llevar a comer en exceso a medida que consumes constantemente más carbohidratos para alimentar tu metabolismo dependiente del azúcar.
Es más probable que este proceso ocurra (y sea más grave) cuando se consume una dieta cargada de carbohidratos de carga glicémica alta y es menos probable que suceda cuando se consume una dieta baja en carbohidratos (porque en el caso de este último, la mayoría de las células cambie a usar grasa como fuente de energía en lugar de carbohidratos).
