El efecto secundario “gaseoso” es el resultado de la falta de la mezcla correcta de bacterias en el intestino para digerir los carbohidratos complejos que se encuentran en las lentejas (y otras legumbres). Incapaces de descomponerlos, la bacteria termina fermentando, creando gas. Comer más no creará la bacteria.
Sin embargo, existen varios suplementos basados en enzimas que los descompondrán. Un ejemplo es Beano.