¿Es posible curar la artritis?

La artritis reumatoide (AR) es un trastorno autoinmune e inflamatorio en el que varios componentes del sistema inmune comienzan a atacar las propias células y tejidos del cuerpo. La enfermedad se caracteriza por dolor e hinchazón en y alrededor de las articulaciones. Es una enfermedad sistémica y se sabe que afecta varias articulaciones al mismo tiempo o diferentes articulaciones en diferentes momentos. Por lo tanto, también se denomina poliartritis migratoria o revoltosa. Se ha estimado que la AR afecta a más del 1% de la población mundial y el riesgo general de desarrollar la enfermedad es mayor en las mujeres que en los hombres.

Debido a la naturaleza compleja de la enfermedad, todavía no hay cura para la AR. Sin embargo, en los últimos años, se han diseñado varios tratamientos sintéticos y biológicos para lograr una actividad mínima de la enfermedad, disminuir la inflamación y el dolor, prevenir daños en las articulaciones y reducir el avance de la enfermedad. Las estrategias de tratamiento han evolucionado desde el uso de salicilatos a fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), corticosteroides, fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad sintética (DMARDS), como metotrexato (MTX), sulfasalazina y leflunomida, y gradualmente a la respuesta biológica modificadores. MTX, uno de los DMARD sintéticos más populares utilizados para tratar la AR, fue aprobado en 1988 y generalmente se usa como terapia de primera línea. Sin embargo, debido a ciertos efectos secundarios asociados con los regímenes de tratamiento que implican dosis más altas de FAME sintéticos y el hecho de que algunos pacientes no responden a dichos fármacos, ha llevado a un cambio en el mercado hacia terapias biológicas. La transición a DMARD biológicos ha traído un cambio significativo en este dominio. Los productos biológicos son una opción terapéutica más específica y dan como resultado una reducción significativa de los síntomas de la enfermedad y una disminución de la actividad de la enfermedad en una gran proporción de pacientes con AR. A pesar de las ventajas conocidas, un subconjunto de pacientes tratados con productos biológicos demostró la necesidad de opciones más innovadoras, lo que llevó a los desarrolladores de fármacos a buscar estrategias terapéuticas alternativas.

Según el último informe publicado por Roots Analysis, Reumatoid Arthritis: Beyond TNF Inhibitors, 2016-2026 , es necesario destacar que las patentes clave que protegen a múltiples fármacos aprobados expirarán en los próximos años. Es probable que esto tenga un impacto significativo en el crecimiento del mercado a mediano y largo plazo. Se anticipa que los inhibidores de JAK y los productos biológicos que no son TNF capturarán la mayor parte del mercado anti-TNF. Específicamente, se espera que el mercado de inhibidores de JAK crezca a una tasa compuesta anual de 23.5% durante la próxima década.

Para obtener información detallada, puede visitar: Artritis reumatoidea: más allá de los inhibidores del TNF, 2016 – 2026