Los Científicos Cristianos no están exentos del mandato individual de la Ley de Asistencia Asequible. Aquellos de nosotros que no están cubiertos por un plan de seguro médico elegible pagamos la multa fiscal anual, como la mayoría de los demás.
Para los científicos cristianos, la curación espiritual es una elección concienzuda. Necesita ser abordado con atención, no a ciegas ni dogmáticamente como a menudo se lo representa. Por lo tanto, aunque la mayoría de los científicos cristianos harán poco uso de los servicios médicos cubiertos por las disposiciones de la ley ACA, obedecemos la ley y respetamos los derechos y las preocupaciones de la mayoría de los ciudadanos que eligen la atención médica. La misma organización eclesiástica emplea a miembros que no son miembros de la iglesia en varios puestos en su sede en Boston y durante mucho tiempo les ha proporcionado beneficios de seguro médico.
Hacemos nuestro mejor esfuerzo para ser guiados en estos asuntos por el consejo del Nuevo Testamento de “rendirle al César lo que es de César” y “a Dios lo que es de Dios”. Desde esta perspectiva, el respeto a las personas de otras religiones y antecedentes es la ética básica de la Regla de Oro . Como iglesia, buscamos exenciones para la práctica religiosa cuando éstas no infringen los derechos de los demás, pero también sentimos que el mismo espíritu de curación que se necesita en las vidas individuales de hoy es crucial para resolver las diferencias en la sociedad.
