A veces sucede que comienzas tu meditación con un resfrío o un bloqueo de nariz que de otra manera no te molesta. Cuando está meditando, pequeños inconvenientes de repente pueden parecer muy grandes y se le detecta al darse cuenta de una dificultad para respirar. Esa puede ser la razón por la cual te sientes incómodo al hacer meditación.
Otra razón sería el acto de respirar conscientemente. Normalmente, no somos conscientes de que estamos inhalando y exhalando constantemente a lo largo de nuestra vida. Durante una meditación, nuestros sentidos se intensifican y tomamos conciencia de cada pequeña cosa que nuestro cuerpo está haciendo.