La principal diferencia es el cambio de tu conciencia.
El sueño está perdiendo la conciencia. La meditación es dirigir la conciencia.
La meditación es un ejercicio mental específico destinado, en su forma más básica, a que te concentres en un punto focal (típicamente tu respiración), y descartas pensamientos adicionales al regresar continuamente tu atención al punto focal por un período prolongado de tiempo. El sueño es mucho más inactivo y más centrado en suspender cualquier acto de concentración.
Pero dependiendo de para qué uses la meditación, ambos pueden estar íntimamente relacionados, aunque aparentemente opuestos.
Debido a que la meditación puede servir para disminuir las inhibiciones cerebrales, produce síntomas similares a los que experimenta antes de quedarse dormido. Esto es especialmente útil para los insomnes que están cansados físicamente, pero no pueden dejar de pensar en la actividad. Aprender a no involucrarse en su tren de pensamientos o reducirlos a unos pocos es esencialmente una forma de meditación y permite que el sueño sea más accesible. Esta es la razón por la cual muchas personas meditan por la noche, ya que hace que sea más fácil caer en una fase de sueño.
