Sí. De acuerdo con la investigadora del sueño Lauren Hale:
“Mi investigación ha demostrado que las personas con un nivel socioeconómico más bajo (es decir, menos educación, desempleados) tienen más probabilidades de tener una duración del sueño inadecuada y peor calidad del sueño”, dice Hale, quien es editor de la revista Sleep Health.
Hay muchas razones posibles para esto, dice Hale: las horas de sueño se pierden en medio de mayores niveles de ansiedad, más inseguridad financiera, peor salud y menos tiempo libre, con más tiempo trabajando en empleos de bajos ingresos y yendo al trabajo. Además, “algo de esto puede estar relacionado con el entorno físico en el que las personas duermen. Mantener un espacio para dormir regular, tranquilo, fresco y oscuro puede ser un lujo que no todos pueden permitirse”.
Otro estudio muestra que los afroamericanos tenían tres veces más probabilidades que los blancos de informar un sueño muy corto -menos de cinco horas-, mientras que los asiáticos y los hispanos no mexicanos eran dos o tres veces más propensos. El racismo también puede afectar a estos grupos: la discriminación basada en la raza se asocia con un sueño más corto y más dificultades para dormir.
Algunas fuentes han escrito sobre esto.
Freakonomics Radio:
The Economics of Sleep, Parte 1: Un nuevo episodio de radio de Freakonomics
¿Dónde puedo encontrar datos de riesgos para la salud causados por la pobreza?
Si no tienes hogar, ¿dónde dormirías?
¿Cuál es la mejor manera de dormir en una calle peligrosa si de repente estás sin hogar?
Fast Company:
Cómo el sueño se convirtió en un problema de justicia social
Correo Huffington:
El peligroso vínculo entre la pobreza y la privación del sueño