La hidrocefalia no tiene cura, pero existen tratamientos que permiten a los afectados llevar vidas bastante normales con la enfermedad. En algunos casos, es posible que el bloqueo que está causando la acumulación de líquido en el cerebro se elimine quirúrgicamente. Si el bloqueo se elimina con éxito, el niño requerirá citas de seguimiento para controlar sus niveles de líquido cefalorraquídeo (LCR) y existe la posibilidad de que necesite más cirugías más adelante en la vida.
El tratamiento más común para la hidrocefalia es la colocación quirúrgica de una derivación en el área del cerebro con exceso de líquido. Una derivación consiste en un tubo flexible que drena el líquido en otra área del cuerpo que puede absorberlo adecuadamente. Un tratamiento nuevo y emergente de la hidrocefalia utiliza una pequeña cámara para hacer una conexión interna en el cerebro para permitir que el líquido sea absorbido sin la necesidad de colocar una derivación. Este procedimiento a veces es un tratamiento alternativo excelente para una derivación.
