Palabras
Hay algo increíblemente poderoso en la capacidad de comprender y afligir el dolor sin causar daño físico a uno mismo. Una palabra puede hacer que uno piense por siempre. Al final, su propia mente puede obtener lo mejor de ellos. Esas palabras son como un virus plantado. A veces, si se le dice a la víctima correcta, puede provocar dolor y autodestrucción de adentro hacia afuera. Sin embargo, las palabras correctas también pueden tener el poder de sanar.