¿Cómo correlaciona el cuerpo el sabor con el contenido nutricional?

Esta es la razón por la cual los niños extremadamente pequeños (niños pequeños) prefieren comer alimentos individuales de uno en uno (en lugar de comidas de comidas mezcladas, por ejemplo, pizza); sus cuerpos se están aclimatando a la correlación de nutrientes y sabores.

Resulta que nuestros cuerpos son capaces de estimar el contenido de calorías en función de la textura, el sabor, el olor y apostar otras cosas. La cantidad de tiempo que algunos alimentos pasan en nuestros estómagos depende del contenido calórico y del tipo de nutriente. Piense en cuánto tiempo lleva digerir carne versus lechuga. Curiosamente, algunos estudios en animales sugieren que beber bebidas “dietéticas” desacopla la capacidad de asociar dulzor con un alto contenido calórico. En términos de vitaminas y otros nutrientes esenciales, las cosas son mucho más complejas.

Existe la teoría de que existe una correlación importante entre los sabores Salado y Dulce y la forma en que su metabolismo almacena la grasa. El Dr. Robert Moore en su libro “Body of Knowledge” explora esto. Existe una probabilidad muy real de que su sentido del gusto envíe mensajes a su sistema digestivo. Los alimentos salados, grasos y dulces pueden desencadenar la generación de grasa como parte de un mecanismo de supervivencia, ya que estos son alimentos calóricamente densos. Por lo tanto, si desea perder peso, puede ser una buena estrategia tanto para aumentar el ejercicio (para quemar) como para eliminar los alimentos dulces y salados, y esto puede tener un efecto desproporcionado.