El mandato individual, ahora acreditado a la ACA / Obamacare, fue desarrollado por Heritage Foundation como una alternativa de política durante la administración Clinton, como parte del rechazo a su intento de promulgar una reforma de la atención médica.
El problema que el mandato individual busca abordar es el de los “usuarios independientes”, o personas que se beneficiarían de un programa sin pagar en él.
El contexto del tiempo es importante; el plan de salud de Clinton de 1993 presentaba restricciones a las aseguradoras (como no permitirles negar la cobertura en base a condiciones preexistentes) sin ningún requisito de que las personas lleven un seguro. Naturalmente, las aseguradoras odiaban la idea: podría haber permitido que las personas no tuvieran un seguro y solo lo compraran cuando estaban enfermos, lo que haría inviable la idea de un seguro (en el que personas sanas y enfermas aúnen dinero y compartan el riesgo).
La respuesta de la fundación Heritage fue una variante del plan, que incluía el ‘mandato individual’, un requisito de que para poder beneficiarse del programa, uno debería participar. En esencia, siguió el requisito de que los conductores lleven seguro de automóvil, y se expresaron en términos de ‘ser responsable’ como un participante en la sociedad.