BMI es un índice que se aplica a la mayoría, pero no a todas las personas. Al igual que todos los exámenes médicos, los límites de BMI se crearon para ser aplicables para maximizar la eficacia de la prueba aplicada a una distribución estadísticamente normal. Sin embargo, siempre hay personas en los extremos de esta distribución que están sanas (o no saludables) pero que no son capturadas adecuadamente por la prueba.
Según lo aplicado al IMC, un ejemplo sería un fisicoculturista que mide 5’9 “y pesa 200. Él o ella podrían clasificarse como” sobrepeso “debido a su IMC, pero es evidente que no está fuera de forma.
El IMC debe tomarse en contexto con otras medidas. Por ejemplo, puede preguntar, ¿tengo un porcentaje saludable de grasa corporal para mi edad y sexo? ¿Tengo una presión sanguínea saludable, nivel de colesterol y nivel de azúcar en la sangre? ¿Puedo llevar a cabo mis actividades de la vida diaria sin sentirme cansado o sin aliento? ¿Como una dieta saludable y hago ejercicio regularmente? ¿Me siento saludable?
Estas preguntas, junto con su IMC, pueden darle una mejor idea de su peso actual, ya que se aplica a su salud.