Todos hemos tenido una herida: un corte, rasguño o arañazo que rompe la piel. La mayoría de las heridas en personas sanas se curan rápidamente cuando se mantienen limpias y libres de infección, mientras que otros tipos de heridas son más graves y con frecuencia requieren intervención médica. Estos pueden incluir úlceras por decúbito, también conocidas como úlceras por presión o llagas, que se desarrollan donde los huesos están cerca de la piel, como tobillos, espalda, codos, talones y caderas, en personas que están postradas, usan una silla de ruedas o no pueden cambiar su posición. Las personas con diabetes también tienen un mayor riesgo de desarrollar úlceras en el pie que pueden tardar semanas o meses en sanar.
Las elecciones de alimentos y el estado nutricional influyen en la cicatrización de heridas, ya que las heridas graves aumentan los requisitos de energía, vitaminas, minerales y proteínas necesarios para promover la curación. Además, los nutrientes se pierden en el fluido que llora de las heridas.
Los consejos de nutrición
- La primera prioridad es consumir suficientes calorías de una dieta equilibrada de alimentos nutritivos. Planifique comidas y refrigerios saludables y equilibrados que incluyan gran cantidad de alimentos de todos los grupos de alimentos MyPlate: proteínas, frutas, verduras, lácteos y granos.
- Incluye cantidades óptimas de proteína. Intente con 20 a 30 gramos de proteína en cada comida y 10 a 15 gramos de proteína con cada refrigerio. Una pieza de pollo cocido, carne magra o pescado del tamaño de una baraja de cartas (aproximadamente 3 onzas) contiene de 20 a 25 gramos de proteína. Un huevo, 1 cucharada de mantequilla de maní y 1 onza de queso contienen de 6 a 7 gramos de proteína. Una taza de yogur o leche baja en grasa contiene 8 gramos de proteína.
- Manténgase bien hidratado con agua y otras bebidas sin azúcar, como té, café, jugo de fruta al 100 por ciento y leche, que también contiene proteínas.
- Algunas heridas pueden requerir una mayor ingesta de ciertas vitaminas y minerales. Hable con un nutricionista dietista registrado para un plan de alimentación individualizado con cantidades óptimas de calorías, proteínas, líquidos, vitaminas y minerales para sus necesidades específicas.
- Para las personas con diabetes, controlar los niveles de azúcar en la sangre es una de las mejores maneras de prevenir y tratar una herida. Trabaje con su médico y nutricionista nutricionista registrado para desarrollar un plan personalizado de control de azúcar en la sangre.
Fuente: eatright.org