¿Conoces a una persona joven que murió de cáncer?

Realmente fui muy amigo de un niño llamado Roy que falleció de cáncer cerebral terminal a los 8. Éramos vecinos desde el nacimiento. Crecieron jugando juntos. Lo recuerdo saludable y su declive como si fuera ayer. Recuerdo que mi madre llegó a casa y me explicó lo que pasó el día que pasó y cómo me escondí debajo de la cama porque pensé que si me escondía allí, la verdad no me encontraría. Me ha quedado pegado hasta este día. Tengo 33 años. Prometo mucho tiempo y dinero cada año a los hospitales infantiles y los centros de investigación del cáncer. Hago todas las donaciones en nombre de mi, aún extrañado y gran amigo, Roy.