Practica ‘labios fruncidos que respiran’:
La respiración con labios fruncidos debe practicarse hasta que se convierta en una segunda naturaleza. Es más efectivo cuando estás enfocado o relajado. Aquí está cómo practicar.
- Siéntate con la espalda recta o acuéstate. Relaje sus hombros tanto como sea posible.
- Inhale por la nariz durante dos segundos, sintiendo que el aire se mueve hacia su abdomen. Intenta llenar tu abdomen con aire en lugar de solo tus pulmones.
- Frunza los labios como si estuvieras soplando comida caliente y luego exhala lentamente, tomando el doble de tiempo para exhalar mientras respiras.
- Entonces repite. Con el tiempo, puede aumentar los conteos de inhalar y exhalar de 2 segundos a 4 segundos, y así sucesivamente.
Al principio se sentirá un poco incómodo, pero si practica 3 veces al día durante 5 minutos, pronto mejorará.
Después de unos días notarás que durante tu práctica la sensación de opresión y la sensación de falta de aliento disminuirán. Después de una semana o dos notarás que también en otros momentos tu respiración será más profunda y más relajada.
Si continúa practicando, su nuevo estilo de respiración se convertirá en una segunda naturaleza y experimentará menos síntomas de ansiedad, como hiperventilación, hormigueo, mareos y sentimientos de pánico.
He enseñado este ejercicio a muchos pacientes y el efecto es sorprendente. No solo se restablece su respiración natural, sino que se rechazará todo su sistema de estrés, lo que en general conduce a una disminución de los síntomas de ansiedad, lo que a su vez conduce a una respiración más relajada.