¿La oxitocina alivia los síntomas del autismo y alienta al usuario a socializar?

El autismo es un trastorno del desarrollo complejo que afecta al cerebro con deficiencias significativas en la interacción social, la comunicación verbal y no verbal y se caracteriza por comportamientos repetitivos y estereotipados restringidos. Los niños con autismo y trastornos del espectro autista no logran una vinculación social adecuada. Incluso el vínculo bebé-madre puede verse afectado en estos niños, lo que hace que esta sea una condición devastadora para los padres. La falta de empatía que estos niños parecen poseer juega un papel central en el bajo rendimiento de estas habilidades sociales. A pesar de la amplia investigación en el autismo y las afecciones relacionadas, las opciones de tratamiento viables aún son limitadas para este trastorno.

¿Por qué es difícil encontrar un gran avance?

El autismo ha sido conocido por la comunidad médica desde hace décadas. Leo Kanner, padre de la psiquiatría infantil en 1943 describió la condición en detalle en sus obras literarias de gran reputación. Pero hemos progresado poco en el tratamiento de esta condición desde entonces. Esto podría deberse a la falta de una comprensión adecuada de la fisiopatología de la enfermedad. Inicialmente, los factores ambientales, incluidas las técnicas de crianza deficiente, se consideraron importantes, pero luego se prefiere un modelo más biológico o más bien biopsicosocial para describir la afección.

Otro obstáculo importante es que no existen verdaderos modelos animales para el autismo. Los científicos utilizan modelos animales para replicar las condiciones que tienen los humanos y al usarlos se realizan experimentos para formular opciones de tratamiento. La terapia conductual encabeza la lista de opciones de manejo actuales para ASD. Los medicamentos recomendados son en su mayoría antipsicóticos que reducirán los comportamientos agresivos y repetitivos, pero no abordan el proceso biológico central.

Oxitocina y Comportamiento Social

Los estudios en algunas especies de mamíferos como los ratones nos han dado una idea de la interacción neurohormonal en el comportamiento social. Las principales neurohormonas que influyen en el comportamiento social son la oxitocina y la vasopresina. La oxitocina producida por la glándula pituitaria del cerebro juega un papel clave en el parto y ayuda en la producción de leche en las mujeres. También es importante en la vinculación madre-hijo así como también en la formación de vínculos emocionales entre las parejas. La oxitocina tiene la reputación de ser la primera hormona peptídica que se sintetiza en el laboratorio. Los usos médicos de la oxitocina son limitados y son principalmente como un estimulante uterino.

Oxitocina y autismo

Un estudio realizado por Charlotte et al notó que hay una diferencia significativa en el nivel de oxitocina en niños con autismo en comparación con niños normales. También informaron que los niños autistas no logran aumentar el nivel de esta hormona a medida que crecen. Si el nivel reducido de oxitocina es la causa o el efecto del autismo es aún discutible.

La investigación reciente sobre el uso de oxitocina para tratar el autismo ha dado resultados prometedores. Los primeros datos publicados sobre el uso de la oxitocina para tratar el autismo se remontan a 2009, lo que generó mucha discusión acalorada sobre el tema. Incluso se encontró que una sola dosis de terapia con oxitocina era efectiva en niños y adultos con autismo.

Yatawara et al. En el Brain and Mind Center (BMC), la Universidad de Sydney (Australia) descubrieron que un ciclo de cinco semanas de aerosol nasal de oxitocina entre niños con autismo de entre 3 y 8 años mostró una mejora significativa en la capacidad de respuesta social de los cuidadores escalas en comparación con placebo (niños no tratados con oxitocina). El tratamiento con oxitocina resultó ser bien tolerado en este estudio.

Se observa que el uso de Oxitocina en animales se asocia con un aumento en la interacción social con un grupo familiar de animales, pero un comportamiento agresivo contra extraños de la misma especie. Aún se desconocen los efectos a largo plazo de la terapia con oxitocina y aún no se recomienda el tratamiento crónico con oxitocina. El temor de que el uso externo de Oxitocina pueda causar una reducción en la secreción natural de la hormona también es motivo de preocupación.

Es cierto que el aerosol nasal de oxitocina puede aumentar el comportamiento social en niños con autismo y se está convirtiendo rápidamente en el primer medicamento en ser efectivo en el autismo. Aunque no todo está bien con la investigación del autismo, ya que aún no identificamos los efectos secundarios graves de la misma, mi sugerencia sería recurrir a esta terapia, ya que es un riesgo que vale la pena tomar en una enfermedad con opciones de terapia limitadas.


Publicado originalmente en ¿Puede la terapia de oxitocina revivir el vínculo perdido en el autismo? | Psico Certificado