Los australianos no tienen el extraño terror americano ante la idea del socialismo. Los estadounidenses parecen ser la única raza de personas que huirán temerosas de algo si se etiqueta como “socialismo”. Esa etiqueta por sí sola es suficiente para desacreditar por completo cualquier idea en la mente de algunos (pero no todos) los residentes de los Estados Unidos. No mirarán los pros y los contras de una situación o propuesta, si puede etiquetarse como socialismo, debe evitarse a toda costa.
Australia nunca ha tenido este problema. Hace mucho tiempo nos dimos cuenta de que se requería atención médica universal para la sociedad australiana. No lo hicimos obligatorio, las personas aún pueden comprar un seguro de salud privado si así lo desean, pero era necesario que hubiera una red de seguridad para quienes no podían pagarlo. Esa es la premisa básica en la que hemos trabajado durante años y todos nuestros esfuerzos se han centrado en perfeccionar un sistema que claramente funciona.
Ocasionalmente, los estadounidenses en Quora han señalado a nuestro sistema de atención médica y dijeron: “¡Es socialismo!” Han reaccionado con confusión cuando me encogí de hombros y dije “¿Y?”
