Estoy recibiendo ataques de migraña continuos. ¿Que debería hacer?

Consulte a un especialista y documente las condiciones ambientales y de comportamiento que rodean sus ataques.

Los alimentos, la entrada sensorial interactiva (luces, olores, etc.), estados corporales (ejercicio, posición corporal, cambios condicionales en el flujo sanguíneo y la presión arterial, etc.), estados emocionales y otros factores desencadenantes potenciales son buenas cosas para reflexionar al tratar de descubrir cuál podría ser su condición desatada por Mantenga un registro de los ataques y escriba sobre lo que estaba sucediendo en ese momento: sus actividades pero también sus sentimientos.

A veces, estos factores desencadenantes vienen con un mecanismo científicamente entendido, y en ocasiones hay patrones que aún no captamos la causa biológica subyacente, pero un médico con experiencia debería ser capaz de llevarlo por el camino correcto en muchos casos.

Existen varias técnicas para prevenir, mitigar o evitar el empeoramiento de las migrañas, pero generalmente son específicas de personas específicas: lo que hace que una persona se sienta mejor puede hacer que otra persona se sienta peor, por lo que aquí hay mucho de prueba y error.

También tome nota de las “auras” precedentes, si acompañan sus ataques. Distintos olores, alteraciones visuales u otras aberraciones sensoriales a veces pueden ayudar a las personas a predecir el comienzo de un ataque para que puedan medicar, evitar estímulos que empeoran su experiencia o, al menos, correr a cubierto. Ciertos tipos de auras a veces se correlacionan con tipos o causas particulares de la experiencia de migraña, por lo que documentar signos reveladores o sucesos recurrentes podría ser beneficioso para su investigación (incluso si no comprende cómo podrían relacionarse, e incluso si no ocurren) con cada ataque individual).

Finalmente, tenga en cuenta que las migrañas pueden no ser su único problema: puede haber una enfermedad subyacente o una condición física que podría dañarlo o causar daño (especialmente con el tiempo) sin tratamiento.