Una razón simple es que los vasos sanguíneos de las extremidades se contraen para redirigir el flujo sanguíneo a los órganos centrales (corazón, hígado, cerebro, riñón, etc.).
Esta es una respuesta natural al frío, por lo que el calor se salvará y tendrá una mejor oportunidad de sobrevivir en el frío.
Si los vasos en las extremidades se contraen, habrá un mayor volumen de sangre que fluirá hacia el riñón, y la presión de la sangre hará que el riñón filtre más sangre, y así acumulará más orina. 🙂