Empecé a trotar cuando tenía 19 años. Han pasado dos años desde ese día y siento que me pasan muchas cosas buenas. Raramente me he perdido un día en que no fui a correr.
- Correr mejora la resistencia. Un trote en el que puedes hablar la letra de tu canción favorita pero no cantarla, durante 20-30 minutos cada día aumenta las variedades de resistencia.
- Correr mejora las habilidades cognitivas. Cuando el flujo de sangre aumenta en el cuerpo debido al aumento de la actividad cardiovascular inducida por el ejercicio físico, las respuestas motoras mejoran con el tiempo. Esto también ayuda en la coordinación entre los pies y las manos y la coordinación de la vista.
- Correr reduce la presión arterial. Se observa una frecuencia cardíaca promedio más baja en aquellos que practican algún tipo de actividad física. Los atletas tienen una frecuencia cardíaca en reposo mucho más baja que un adulto promedio.
- Deshace el cuerpo de toxinas. Con todo el sudor que sale, vienen muchas sustancias no deseadas, como la urea, que permanece acumulada debajo de la piel. Considere un trote como una ducha de belleza diaria, ya que también imparte salud y brillo a la piel.
- Ayuda a enfocar Al comenzar, la idea de trotar durante 10-20 minutos puede parecer hercúlea, pero a medida que pase el tiempo, sería una bendición. Confía en mí, no querrás perder un día. Te ayuda a concentrarte en muchas cosas mejor.
- Despeja el cerebro desordenado. Cuando tu mente está en el estado de felicidad eterna, automáticamente se declina y ayuda a pensar más claramente. Los resultados de leer un libro y correr, en la mente pueden yuxtaponerse.
- Y sí, te ayuda a quemar algunas calorías y bajar esos kilos de más.
PD: mantente cubierto mientras corres para evitar la intrusión de patógenos o una picadura de escarcha. Heheh.
