Aceptarme a mi mismo
Cuando me acepté a mí mismo por todo lo que era y todo lo que había hecho, me perdoné a mí mismo por no conocer todas las respuestas y todas las estúpidas decisiones que había tomado, otras cosas se volvieron más fáciles. Pude hacer otras cosas que eran buenas para mi salud mental, como comer sano y hacer ejercicio, porque no me estaba castigando por cada pequeño percance u obsesionada con la decisión menor que era mejor. Me sentí felíz.
Todavía es difícil a veces. Y a veces todavía me doy una paliza por pequeños estúpidos, espero ser perfecto y siempre tomar la decisión correcta. Pero trato de recordar que soy humano como todos los demás y está bien que falles siempre que vuelvas a subir.
