En 1987 tenía una política de salud individual cuando me diagnosticaron cáncer. Como soy trabajador por cuenta propia, tuve que mantener esta política todos estos años porque ahora con una condición preexistente, nadie me aseguraría. En 2010 tenía la misma póliza, pero ahora mi prima mensual era de $ 500 y la de mi bolsillo (el costo antes de que el seguro pagara) fue de $ 9000. Tuve una recurrencia de cáncer en septiembre y tuve que pagar $ 9000 inmediatos para someterme a una cirugía. Mi oncólogo quería que tomara la quimioterapia, que habría comenzado en enero, lo que hubiera significado otros $ 9000 de mi bolsillo. No podía pagarla y el costo fue una de las razones por las que rechacé la quimioterapia esta segunda vez.
Todavía trabajo por cuenta propia y es muy difícil para mí estimar mis ingresos, y como soy soltero, mientras estoy en tratamiento, no puedo trabajar y no tengo ingresos. El primer año con la ACA, bajo estimé mis ingresos y tuve que devolver el dinero, el segundo año lo sobreestimé y obtuve un pequeño reembolso.
El ACA no es perfecto y ciertamente podría mejorar, pero ya no tengo que preocuparme si me discriminarán por una afección preexistente y si podré pagar el tratamiento si alguna vez lo necesito.
Mientras que algunos piensan que los deducibles son altos, son mucho más baratos que lo que estaba disponible en el mercado individual antes de la ACA.
