El ibuprofeno es tóxico (daña) a 100 mg / kg o menos, y los riñones de los gatos no pueden procesarlo tan eficientemente como el nuestro, por lo que varias dosis pequeñas de tóxicos con el tiempo pueden causar efectos tóxicos.
Llame a su veterinario inmediatamente. El veterinario puede recomendarle que provoque el vómito del gato al forzar la formación de algún peróxido, o puede que lo traiga para un tratamiento de carbón dependiendo de cuánto tiempo haya estado expuesto. Todo depende del peso del gato, de lo que se come recientemente y de su salud general.
Lo más importante, NO PÁNICO. Los accidentes ocurren. El pánico empeorará las cosas. Trate la situación como algo serio, porque ES serio, pero hágalo con una cara tranquila y una voz firme. Lo que está hecho está hecho, no se puede recuperar, así que avance con un sentido de urgencia y solucione el problema. Es posible que su gato no muestre signos externos de toxicidad, son muy buenos para ocultar signos de debilidad o enfermedad, así que no suponga que está “bien” solo porque no está aullando, vomitando o retorciéndose de dolor. Él puede estar sufriendo daño y nunca lo sabrás, así que llama al veterinario y MANEJA esto ahora.
Buena suerte y golpes en la nariz!