Probablemente haya escuchado el viejo adagio: “El cliente siempre tiene la razón”. Esta es una política que las empresas quieren impresionar en la mente de sus empleados para que ellos (como empleadores) no terminen perdiendo a ese cliente, así como también otros clientes. Aunque hay una línea muy fina entre un cliente que tiene un desacuerdo con un empleado y un cliente que abusa de un empleado porque no está de acuerdo.
Vivimos en un mundo donde algunas personas piensan que pueden hacer lo que quieran, cuando lo deseen y que otros deben “inclinarse” ante sus necesidades.
En realidad: “El cliente no siempre tiene la razón”. De hecho, en algunos casos, el cliente puede ser un ser humano egoísta, ignorante y despreciable … pero el empleador quiere mantener a esa persona como cliente, y el empleador no quiere hay malas noticias acerca del lugar X (de lo contrario perderán más clientes).