Estás conduciendo al trabajo, escuchando tu estación de radio favorita, cuando aparece “Baby One More Time” de Britney Spears. En el momento en que ingresas al estacionamiento de tu oficina, tienes: “Oh baby, baby” corriendo por tu cabeza. Lo tarareas en tu escritorio. Lo canta en su camino hacia el baño. Lo toca en la mesa de conferencias durante su reunión de la mañana. Cuando las cinco en punto finalmente giran, tus compañeros de trabajo te disparan el mal de ojo y estás listo para arrancarte el pelo.
¿Por qué las canciones se atascan inextricablemente en nuestras cabezas? Los expertos dicen que los culpables son earworms (o “ohrwurms”, como se llaman en Alemania). No, no son parásitos que se arrastran en su oído y ponen huevos musicales en su cerebro, pero son parásitos en el sentido de que se alojan en su cabeza y causan una especie de “picazón cognitiva” o “picazón en el cerebro”. necesidad de
Cuando escuchamos una canción, desencadena una parte del cerebro llamada corteza auditiva . Los investigadores de la Universidad de Dartmouth descubrieron que cuando tocaban parte de una canción familiar para los sujetos de investigación, la corteza auditiva de los participantes llenaba automáticamente el resto; en otras palabras, sus cerebros “cantaban” mucho después de que la canción había terminado. [Fuente: Prokhorov] . La única manera de “rascarse” la comezón del cerebro es repetir la canción una y otra vez en su mente. Desafortunadamente, al igual que con las picaduras de mosquitos, cuanto más se rasca, más pican, y así sucesivamente hasta que está atrapado en un ciclo de canciones sin fin.
Hay muchas otras teorías sobre por qué las canciones se quedan atascadas en nuestras cabezas. Algunos investigadores dicen que las canciones pegadas son como pensamientos que estamos tratando de suprimir. Mientras más tratemos de no pensar en ellos, más no podemos evitarlo. Otros expertos afirman que earworms son simplemente una forma de mantener el cerebro ocupado cuando está inactivo [fuente: Universidad de Cincinnati]. Así como hay muchas teorías, hay muchos nombres para el fenómeno. Se lo ha llamado todo, desde “repetunitis” hasta “melodinia”.