Realmente no. Mientras que los músculos pueden “fatigar” (pierden capacidad contráctil) debido a la estimulación repetida que reduce la capacidad de las células de mantener un potencial eléctrico en sus membranas, los nervios pueden transmitir impulsos eléctricos siempre que no se alteren químicamente. La capsaicina (la sustancia química del pimiento picante), aplicada tópicamente, hace exactamente eso: cuando se absorbe, causa la liberación de un químico de los nervios que produce la sensación de calor (el dolor y la temperatura se transmiten por el mismo tipo de fibra nerviosa). Con el uso prolongado, este producto químico se agota, lo que resulta en una disminución de la sensibilidad y reducción del dolor, como con el herpes zoster (herpes zoster) o la artritis. La anestesia local inhibe directamente la función nerviosa al interferir con el movimiento de iones a través de las membranas de las células nerviosas.
Debido a que el dolor es una respuesta perceptual y emocional, tanto la distracción mental como el estado consciente pueden afectar su gravedad.