Es muy común que las personas con narcolepsia sufran de depresión. Muchos síntomas de la narcolepsia, especialmente los ataques de sueño y la cataplejía, pueden causar una gran vergüenza y causar estragos en su capacidad para llevar una vida normal. Estos episodios pueden ser atemorizantes y puede deprimirse debido a la repentina falta de control. El temor a quedarse dormido o un colapso repentino obliga a algunas personas a volverse solitarias y retraídas. Llegar a un psicólogo, consejero o grupo de apoyo para narcolepsia puede ayudarlo a sobrellevar los efectos del trastorno.
Realizar cambios en el estilo de vida saludable puede ayudarlo a controlar los síntomas de la narcolepsia, junto con la orientación y el apoyo, y cualquier recomendación de su médico. Los hábitos diurnos, como el ejercicio, la dieta y la forma de controlar el estrés, juegan un papel importante para ayudarlo a mantener un ciclo de sueño y vigilia saludable. Es importante seguir un horario de sueño regular, una rutina relajante para irse a la cama y tomar medidas prácticas para contrarrestar los efectos de la narcolepsia durante el día.
La combinación de varios tratamientos de autoayuda puede ayudar no solo a mejorar su estado de alerta durante el día, sino también a reducir los síntomas de la narcolepsia.
- Programe sus períodos de sueño: tome unas breves siestas programadas durante el día (de 10 a 15 minutos cada una). Trate de dormir bien durante las mismas horas todas las noches. Las siestas planificadas pueden evitar que los lapsos no planificados duerman.
- Evite la cafeína, el alcohol y la nicotina: estas sustancias interfieren con el sueño cuando lo necesita.
- Evite los medicamentos de venta libre que causan somnolencia: algunos medicamentos para la alergia y el resfrío pueden causar somnolencia, por lo que deben evitarse.
- Involucre a sus empleadores, compañeros de trabajo y amigos: alerta a los demás para que puedan ayudar cuando sea necesario.
- Lleve una grabadora: grabe conversaciones y reuniones importantes, en caso de que se quede dormido.
- Divida las tareas más grandes en pequeños trozos – Concéntrese en una pequeña cosa a la vez
- Haga ejercicio regularmente: el ejercicio puede hacerlo sentir más despierto durante el día y estimular el sueño por la noche. Por ejemplo, tome varias caminatas cortas durante el día.