¿Puede la enfermedad de Lyme aún tener un efecto negativo en su cuerpo incluso cuando fue inicialmente capturado y tratado con antibióticos?

Los efectos crónicos de la enfermedad de Lyme son poco conocidos y muy controvertidos. Los problemas básicos son estos:

  1. Borrelia burgdorferi es extremadamente difícil de cultivar y detectar incluso con las tecnologías moleculares más sensibles, como la PCR. Por lo tanto, es casi imposible excluir categóricamente la infección, o afirmar positivamente la eliminación del organismo después del tratamiento.
  2. La infección conduce a la inflamación, y cualquier respuesta inflamatoria tiene el potencial de salirse de control y causar diversas formas de daño tisular. Una respuesta inmune dirigida contra uno mismo puede persistir por mucho más tiempo que el patógeno que provocó la respuesta.
  3. Estas respuestas inmunes mal dirigidas son muy variables de paciente a paciente y dentro de los pacientes a lo largo del tiempo. Esta variabilidad los hace muy difíciles de estudiar y casi imposibles de atribuir a un solo evento precipitante, como la infección por B. burgdorferi . En biología, como en las matemáticas, hay cosas que son verdaderas pero que no pueden ser probadas.

Por lo tanto, es completamente posible, e incluso probable, que las secuelas de Lyme puedan persistir mucho después de que cada espiroqueta se haya eliminado del cuerpo. Sin embargo, el uso de antibióticos para tratar estos síntomas, como defienden algunos activistas de Lyme, sería algo entre inefectivo y activamente dañino.

Recomiendo esta revisión reciente (y legible) del estado del conocimiento sobre los síntomas crónicos de Lyme.
Enfermedad de Lyme crónica: conceptos erróneos y desafíos para el manejo del paciente