Nada es permanente.
Las alergias pueden durar toda tu vida y, aunque puedes adaptarte para ser menos alérgico a un alergeno en particular, también puedes adaptarte para volverse más alérgico a él. Para muchas personas, esto fluctúa, aunque sea muy levemente, a través del tiempo. La salud, la genética, los hábitos y las condiciones ambientales juegan un papel.
Cuanto más paso por la vida, más descubro que muchas de las cosas a las que nos gustaría las respuestas más simples de sí o no, generalmente son las más complejas.