Entre las edades de 38 y 48 años, me diagnosticaron cáncer tres veces. Dos veces fue mama y una vez hueso. Ahora tengo 64 años sin signos de la enfermedad.
La palabra “cáncer” tiene miedo en todos nosotros.
Lo que enfatizaría a cualquiera que pueda escuchar esa palabra aplicada a sí mismos o a un ser querido en el futuro es que debe haber al menos 50 o 75 palabras diferentes para ‘cáncer’ para que cada uno de nosotros que tengamos la enfermedad pueda ser diagnosticado de manera precisamente que sabríamos más exactamente de qué estamos tratando y cómo combatirlo. Eso en sí mismo eliminaría una gran parte del miedo.
Por desgracia, la ciencia médica aún no puede hacer eso por nosotros. Entonces, lo que diría es que cuando escuchen esa temida palabra, tengan en cuenta que no es una sentencia de muerte.
Muchas formas de cáncer ni siquiera nos hacen “enfermos” en las primeras etapas (aunque los tratamientos a veces sí lo hacen) y la detección temprana es clave. Haga sus chequeos y salga y viva como si esas palabras fueran solo palabras … hasta que realmente necesite hacer lo contrario.