¿Hay algo de verdad en el adagio de que fumar un cigarrillo reduce la vida del fumador en 7 minutos?

No, no es cierto, pero vale la pena tenerlo en cuenta.

Para empezar, es imposible cuantificar la cantidad en que cada cigarrillo acorta la esperanza de vida porque los efectos difieren entre las personas. Por ejemplo, hay fumadores que fuman mucho durante toda su vida y mueren por causas no relacionadas a edad madura. Hay otros que fuman por un tiempo, dejan de fumar cuando son pequeños y aún mueren prematuramente de cáncer de pulmón.

La cifra de “7 minutos” se deriva de restar la edad promedio de los fumadores que mueren por causas relacionadas con el tabaquismo de la esperanza de vida promedio y dividirla por la cantidad de cigarrillos que se fuma en “un año de paquete”.

Así que no, si te emborrachas en una fiesta cuando tienes 21 años y le pones un cigarrillo a un amigo y nunca vuelves a fumar por el resto de tu vida, eso no significa que vas a morir el 12 de noviembre, 2056 a las 11:14 a.m. en lugar de a las 11:21 a.m.

Lo que significa es esto: si fumas lo suficiente, las probabilidades de que acorten tu vida y te lleven a una muerte muy dolorosa son significativamente mayores. El adagio de 7 minutos es útil porque ilustra que mientras que los cigarrillos individuales pueden parecer inofensivos, se suman muy rápidamente.