La adrenalina, la noradrenalina y el cortisol son hormonas del estrés. Estas hormonas son esenciales para que podamos funcionar adecuadamente ante el peligro.
Sin embargo, demasiados de ellos ciertamente pueden ser poco saludables. De hecho, más del 90% de todas las enfermedades están relacionadas con el estrés.
Por otra parte, un estrés a largo plazo estimula el crecimiento de las proteínas que pueden conducir a la pérdida de memoria o pueden causar la enfermedad de Alzheimer.